RÍO DE JANEIRO, 15 may (Xinhua) -- La seguridad alimentaria y la adaptación de los sistemas agroalimentarios al cambio climático fueron los principales pilares señalados por los líderes mundiales del G20 en agricultura, reunidos hoy en Brasil, con el objetivo de garantizar un futuro más igualitario y sin hambre para las nuevas generaciones.
En un evento organizado por la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa), en Brasilia, los representantes del Gobierno brasileño, como anfitriones, pusieron las históricas inundaciones que vive la región sur del país como ejemplo de tragedia climática sobre la cual la ciencia brasileña deberá aunar esfuerzos a medio y largo plazo con el fin de recuperar las zonas agrícolas y evitar futuras tragedias.
Según la presidenta de Embrapa, Silvia Massruhá, la ciencia, tecnología e innovación son fundamentales no solamente para garantizar el desarrollo de prácticas agrícolas sostenibles, sino también para apoyar las políticas públicas.
El desarrollo de tecnologías agrícolas en las últimas cinco décadas ha permitido aumentar la productividad del 140 por ciento al 580 por ciento, con una expansión de la tierra desde apenas 20 hasta 70 millones de hectáreas. "Nada de esto hubiera sido posible sin el apoyo de cerca de cinco millones de productores rurales en todo el país", enfatizó.
Massruhá recordó a los líderes del G20 y de los países invitados que la crisis que atraviesa el estado de Rio Grande do Sul no es un hecho aislado. En otros países se han producido otros sucesos extremos, lo que supone una llamada de atención para la ciencia en todo el mundo.
"La ciencia ha mejorado la certeza de los modelos y la evaluación de riesgos que resuenan con elocuencia entre nosotros, los investigadores, la gravedad de los tiempos que corren y que nos aguardan. Nos enfrentamos a la necesidad de adaptarnos, reinventarnos y planificar un periodo duradero de intensa entropía que desafiará los límites de todos los pilares del equilibrio existencial", añadió.
Según la presidenta de Embrapa, compartir las experiencias de los demás países del G20 será clave para afrontar los profundos retos del cambio climático y la inseguridad alimentaria.
"Estas son nuestras principales prioridades como parte de los sistemas de investigación agrícola del G20. Es hora de aunar esfuerzos, compartir experiencias, avanzar, reforzar la comunicación con la sociedad civil e informar a los responsables de la toma de decisiones con elementos sustanciales para minimizar los riesgos y los costes de afrontar estos retos", comentó.
La agricultura es muy vulnerable al cambio climático y es probable que sus efectos, que ya se están sintiendo, empeoren en los próximos años, agregó.
Para Julio Ramos, del Ministerio de Agricultura y Ganadería, que forma parte del grupo de trabajo del G20 sobre agricultura, este sector representa una cuarta parte del PIB y el 20 por ciento de los empleos asalariados del país. "Con esta reunión, Brasil invita al mundo a unir fuerzas para construir un mundo más justo", afirmó.